Comentario
La progresiva expansión del Estado asumiendo bajo su control espacios sociales cada vez más amplios, se consumó en el siglo XIX de manera decisiva en el ámbito de la Educación Superior: centralización, uniformidad, reglamentación inacabable, rigidez carente de vida y, por lo mismo, letargo e inoperancia fueron las notas dominantes que produjo la reforma universitaria de 1845. El gobierno consiguió, a fuerza de control, paralizar la poca vida corporativa que aún podía tener la Universidad española, cerrada además a cualquier influencia externa desde el siglo XVI.